NO
A LA
REPRIVATIZACIÓN DE LOS POLIDEPORTIVOS QUE FINALIZAN CONTRATO
Hace pocos meses, el Ayuntamiento de Madrid anunciaba un nuevo
sistema de gestión mixta para los 5 Centros Deportivos Municipales cuyo
contrato de gestión privada vencía en esta legislatura. Dicho sistema
contemplaba que una parte menor de las tareas fueran asumidas directamente por
el municipio, con personal propio, y la mayor parte se volviera a licitar a las
empresas privadas. Este modelo fue rechazado de manera generalizada, entre
otros motivos por la inseguridad que generaba a los trabajadores y trabajadoras,
al no contemplar la subrogación, y porque no suponía avance sustancial en la
gestión de un servicio que está cada vez más deteriorado por el afán de las
empresas privadas.
Estas críticas recibidas a un modelo que no contentaba a nadie,
y la movilización de las y los trabajadores, hicieron replantear al equipo de
gobierno municipal su estrategia a seguir, y ahora anuncian un modelo, que
llaman de gestión directa, que no es más que una continuidad pura y dura del
modelo privatizador.
¿Qué cambia en este modelo? Que la dirección del Polideportivo
estará a cargo de una persona nombrada por el Ayuntamiento de su propia
plantilla, pero el resto de las actividades salen de nuevo a licitación para
que las gestionen empresas privadas.
El Ayuntamiento de Madrid alega que este modelo es el que tiene
mayores garantías jurídicas para la continuidad de los y las trabajadoras en
sus puestos de trabajo. Pero esto es sólo cierto si se compara con la propuesta
anterior, en la que se renunciaba a la subrogación, tanto de la parte que se
gestionaría de manera directa como la que quedaría en manos de empresas
privadas, amparándose en algunos sindicatos que preferían defender intereses
corporativos en lugar de otros más generales. Se trata de una comparación
tramposa: amenaza con despidos y luego ofrece “quedarme como estoy”, como dice
el refrán.
El modelo que se propone significa mantener la precariedad
laboral de las plantillas con la que las empresas privadas gestionan los
Polideportivos, con bajos salarios, contratos temporales en muchos casos, muy
lejos de esas garantías laborales que se anuncian.
Además este modelo supone no avanzar ni un sólo paso hacia la
regularización de muchos de las y los trabajadores interinos con
contratos a tiempo parcial e ínfimas condiciones laborales, que por el
contrario y con la gestión directa, tendrían expectativas de mejorar y
estabilizar sus horarios y salarios, al tener que aumentar unas plantillas
deficitarias.
No es cierto que sea imposible legalmente la subrogación
por parte de la administración que decide asumir de manera directa la gestión
de un servicio; hay muchas sentencias judiciales que obligan a esta
subrogación, y hasta la nueva ley de contratos del sector público lo deja
planteado con más claridad: Se trata de un mandato legal. ¿No lo ha hecho el
propio Ayuntamiento de Madrid en los casos de BiciMad o la Funeraria, que tan
buenos resultados están dando? Querer mejorar las condiciones laborales y
acabar con la precariedad no es pretender un privilegio (como hay quien pretende
dar a entender); simplemente se trata de un DERECHO.
Por supuesto que estamos contra los despidos, y por ello a favor
del mantenimiento de los puestos de trabajo. Pero no en condiciones precarias
como las actuales y sin un horizonte claro a largo plazo. Exigimos las mejoras
laborales que significaría una subrogación de las y los trabajadores en el
sector público municipal, y la mejora de las expectativas del personal
interino, y por eso compartimos la posición adoptada por el comité de empresa
del Ayuntamiento de Madrid que recientemente ha rechazado la actual propuesta
reprivatizadora.
Pero además, cuando reclamamos la gestión directa municipal del
servicio deportivo, queremos que acaben las corruptelas en los contratos, la
mala calidad o privaciones de algunos servicios que sufren muchas de las
personas usuarias de los mismos y que hemos denunciado en anteriores ocasiones;
queremos por ejemplo que un bono sacado en una piscina de titularidad municipal
pueda ser usado en cualquier otra piscina de la red municipal.
Y queremos también que se ponga fin al deterioro de las
instalaciones poco mantenidas por las empresas privadas, y que el Ayuntamiento,
es decir todos los vecinos y vecinas de la ciudad, nos ahorremos gastos
superfluos de los contratos, como el beneficio empresarial, el IVA, y un largo
etcétera.
Si rechazamos el modelo reprivatizador que se propone no es para
colocar en una situación de incertidumbre a quienes ya trabajan allí, sino todo
lo contrario, por exigir que se mejoren sus condiciones laborales y tengamos un
servicio de mejor calidad y más barato para las arcas municipales.
Y un detalle importante: No llamen remunicipalización ni gestión
directa a un modelo en el que el 95% de la actividad y la plantilla pertenece a
una empresa privada a la que el Ayuntamiento paga por realizar esos servicios.
Un poco de seriedad, por favor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario